
Espacios breves y focalizados para ordenar ideas, comprender emociones y explorar alternativas ante situaciones específicas (estrés, toma de decisiones, conflictos puntuales). Se trabaja con objetivos concretos y herramientas prácticas que permitan alivio y claridad en el corto plazo.
La consejería fortalece recursos personales, amplía perspectivas y facilita decisiones informadas. Es ideal cuando no se requiere un proceso terapéutico profundo, pero sí orientación profesional que reduzca malestar y prevenga escalamiento del problema.



