
La modalidad sincrónica (en tiempo real) replica el encuentro clínico tradicional con interacción inmediata, lectura emocional y construcción de vínculo. La modalidad asincrónica (mensajes, tareas, feedback diferido) aporta flexibilidad: el paciente reflexiona con calma, registra avances y recibe devoluciones estructuradas que sostienen el proceso entre sesiones.
Combinarlas optimiza resultados: contacto profundo cuando se necesita contención y micro-intervenciones para mantener el progreso. Este diseño híbrido favorece la adherencia, reduce recaídas y permite personalizar la intensidad del tratamiento según etapa, objetivos y disponibilidad del paciente.


